En un nuevo capítulo desgarrador en la Franja de Gaza, al menos 20 personas han resultado heridas tras ser alcanzadas por disparos de las Fuerzas Armadas israelíes. Este incidente ocurrió cerca del campamento de refugiados de Al Bureij, justo cuando una multitud desesperada intentaba acceder a uno de los puntos de distribución establecidos recientemente para repartir ayuda humanitaria. Tras semanas bajo un bloqueo asfixiante, la esperanza se tornó en caos.
Una situación insostenible
Las fuentes locales, citadas por la agencia palestina WAFA, informan que uno de los heridos se encuentra en estado crítico. Israel ha delegado el reparto de esta ayuda a la Fundación Humanitaria para Gaza, una nueva entidad respaldada por Estados Unidos que ha generado más dudas que certezas entre las organizaciones que trabajan sobre el terreno. La ONU y otros grupos han expresado su preocupación, señalando que este enfoque podría acabar politizando lo que debería ser una asistencia humanitaria pura y dura.
A medida que avanzan los días, tanto las autoridades locales como Naciones Unidas no dejan de denunciar incidentes relacionados con el reparto. En medio del sufrimiento y la desesperación acumulada, incluso se han reportado casos de saqueo; actos tristes pero comprensibles cuando las necesidades básicas no son satisfechas. La zona norte sigue excluida del acceso a esta vital ayuda. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo testigos de esta crueldad?