En un nuevo capítulo de sufrimiento, cerca de diez personas han perdido la vida debido a un bombardeo brutal del Ejército de Israel. Este ataque, que tuvo lugar el miércoles, se centró en la vivienda del periodista palestino Osama al Arbid, ubicada en el norte de la Franja de Gaza. En medio de una escalada de violencia tras los ataques del 7 de octubre, esta tragedia añade más peso al ya abrumador conteo de víctimas.
Según el diario ‘Filastin’, el saldo es desgarrador: nueve miembros de la familia del periodista han muerto y otras quince personas resultaron heridas. A pesar del horror que se ha desatado a su alrededor, Osama ha logrado sobrevivir. Sin embargo, el silencio del Ejército israelí sobre este ataque solo incrementa la indignación y el dolor que siente la comunidad.
Números que asustan
Las autoridades gazatíes, bajo el control del movimiento Hamás, han elevado la cifra total a más de 54.000 muertos y 123.000 heridos desde que comenzó esta ofensiva implacable. Todo esto surge como respuesta a los ataques mencionados anteriormente que dejaron cerca de 1.200 fallecidos y unos 250 rehenes según el Gobierno israelí. Una situación insostenible que clama al cielo por una solución pacífica.