MADRID, 28 de mayo. (EUROPA PRESS) – Hoy es un día que muchos esperaban con ansias. El cirujano francés Joel Le Scouarnec ha sido condenado a 20 años de prisión por sus atroces actos contra casi 300 pacientes, la gran mayoría menores. Durante más de dos décadas, este hombre, ahora de 74 años, abusó sistemáticamente de su posición en los hospitales del oeste de Francia.
Lo más escalofriante es que muchos de esos niños estaban bajo los efectos de la anestesia cuando sufrieron estas agresiones. Un tribunal en Vannes ha puesto fin a este capítulo horrendo, donde las víctimas eran apenas unos niños y el monstruo se camuflaba detrás del título de médico.
Atrapado por sus propios registros
Todo salió a la luz gracias a los diarios que Le Scouarnec mantenía, donde anotaba nombres, edades y hasta direcciones. ¿Quién puede imaginarse que un ser humano pudiera registrar semejantes horrores como si fueran meras notas clínicas? Fue un niño de solo seis años quien dio el primer paso al denunciarlo por violación, lo que llevó a las autoridades a su casa y descubrió estos escalofriantes apuntes.
Este caso no solo marca uno de los episodios más oscuros del abuso infantil en Francia; también resalta cómo muchos sobrevivientes han lidiado con la amnesia traumática o incluso pérdidas parciales de memoria debido al impacto emocional sufrido. Y aunque ya había estado tras las rejas desde 2020 tras ser condenado por otros delitos similares, hoy se siente una mezcla entre alivio y rabia: ¿cómo pudo alguien así haber estado libre tanto tiempo?