El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha levantado la voz este martes contra el Gobierno israelí. Su mensaje no solo refleja una preocupación genuina, sino que también resuena como un grito desesperado por justicia. En un comunicado a través de su cuenta en X, Lazzarini ha denunciado que desde hace 20 meses, Israel lanza continuamente acusaciones infundadas contra la agencia, poniendo así en serio peligro las vidas de su personal y afectando su reputación.
Un clamor por la verdad y la cooperación
Lazzarini ha expresado su frustración al señalar que, a pesar de haber escrito al ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, solicitando colaboración y transparencia durante más de una década, no ha recibido respuesta alguna. “Es alarmante que el Gobierno no haya presentado pruebas suficientes para respaldar sus acusaciones”, comentó. Para él, esta falta de evidencias es inaceptable; “Naciones Unidas depende de los Estados miembro para obtener información crucial sobre nuestras instalaciones y personal”, añadió con firmeza.
A pesar del contexto bélico actual en Gaza, donde solo seis de sus 22 centros sanitarios siguen operativos debido a constantes bombardeos, Lazzarini destacó el esfuerzo monumental realizado por la UNRWA: “Desde octubre del año pasado hemos proporcionado más de 8.5 millones de consultas médicas”. Sin embargo, reconoció con gran preocupación que los suministros médicos están llegando a niveles críticos.
En medio del caos humanitario que se vive en Gaza tras el reciente fin del bloqueo impuesto por Israel a la ayuda humanitaria, muchas voces han comenzado a alzarse. La comunidad internacional observa cómo las restricciones continúan impactando severamente a quienes más lo necesitan. Aun así, Lazzarini sigue esperando un cambio: “Urgimos acceso sin restricciones para entregar medicamentos y suministros vitales”. Si no se actúa pronto, nos preguntamos cuántas vidas estarán en juego.