En un giro inesperado en medio de la tormenta que azota a Europa del Este, Rusia y Ucrania han llevado a cabo un intercambio significativo. Este viernes, se liberaron 270 militares y 120 civiles de cada uno de los lados, un respiro en la larga agonía de este conflicto. Todo esto sucedió tras unos primeros contactos directos celebrados en Turquía, algo que no ocurría desde hace más de tres años.
Las autoridades rusas han informado que las personas liberadas por Ucrania ya están en Bielorrusia, donde recibirán atención médica y psicológica antes de ser trasladados a su país. Según el Ministerio de Defensa ruso, entre estos liberados hay civiles que fueron detenidos durante las acciones ucranianas en la región rusa de Kursk.
Un camino incierto pero esperanzador
Aunque este intercambio ha sido calificado como “a gran escala”, lo cierto es que aún queda mucho por hacer. El gobierno ruso ha prometido continuar con estas negociaciones en los próximos días, aunque nadie sabe con certeza cuándo se podrá hablar de una solución definitiva. La expectativa está en el aire.
Incluso Donald Trump, quien ha estado impulsando estos acercamientos entre Kiev y Moscú, celebró el progreso: “Felicitaciones a las dos partes de esta negociación”, comentó en su red Truth Social. Con cierta ironía se preguntó si esto podría llevar a algo más grande. La verdad es que nosotros también nos hacemos esa pregunta: ¿será este el principio del fin o simplemente un paréntesis momentáneo?