MADRID, 23 de mayo. Las autoridades de Estados Unidos y China han decidido dar un paso hacia adelante al acordar «mantener abiertas las líneas de comunicación». Este pacto surge tras meses marcados por aranceles impuestos por el presidente Trump, en un esfuerzo por suavizar la tensión que ha caracterizado la guerra comercial entre ambas potencias.
Un diálogo necesario
La conversación reciente entre el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, y el viceministro de Exteriores chino, Ma Zhaoxu, ha sido clave. Ambos líderes han coincidido en que las relaciones bilaterales son fundamentales no solo para sus naciones, sino también para el mundo entero. Según Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, se discutieron varios temas importantes y se reafirmó la necesidad de mantener este canal abierto.
Desde Pekín también se hizo eco del encuentro. El Ministerio de Exteriores chino expresó que Ma y Landau intercambiaron puntos de vista sobre la relación sino-estadounidense y otros asuntos relevantes. Así que parece que ambos lados están dispuestos a seguir conversando.
Aunque las tensiones habían alcanzado un nuevo nivel tras los aumentos progresivos de aranceles por parte de Trump, especialmente después de acusar a China sobre su papel en el comercio ilegal del fentanilo y su superávit comercial con EE.UU., estos recientes contactos ofrecen una luz de esperanza para evitar un enfrentamiento mayor.