En un giro preocupante, un juez federal en Estados Unidos ha hecho un llamado a la Administración de Donald Trump para que tome las riendas y mantenga el control sobre los migrantes que se están enviando a terceros países. Su objetivo es asegurarse de que, si se determina que estos traslados son ilegales, haya una posibilidad de retorno a suelo estadounidense. La situación se complica después de que varios abogados advirtieran sobre deportaciones a Sudán del Sur, un país marcado por la violencia y el caos.
Preocupación por el bienestar de los migrantes
Los letrados han presentado una petición de emergencia ante el juez Brian Murphy, quien ya ha mostrado su postura en contra de las deportaciones sin garantías. Ellos creen que algunos migrantes provenientes de Birmania y Vietnam están siendo expulsados hacia Sudán del Sur, lo cual podría estar violando directamente las órdenes del propio Murphy. Para ellos, la amenaza es clara: enviar a estas personas a ese país podría causarles un daño irreparable.
No hay que olvidar que el Departamento de Estado norteamericano tiene una recomendación expresa: no viajar a Sudán del Sur. Sin embargo, la Administración Trump aún no ha dado respuesta sobre este delicado asunto. En medio de esto, han surgido contratos con varios países para gestionar deportaciones, algo similar a lo que ya sucede con El Salvador y otros países latinoamericanos.
El juez Murphy también ha sido rotundo al advertir que deportar migrantes hacia lugares como Libia o Arabia Saudí violaría su orden si se confirma que estos no recibieron información adecuada ni recursos legales para defenderse. Así las cosas, muchos esperan una reacción decisiva antes de que esta situación se torne aún más crítica.