En un giro impactante de los acontecimientos, el Ejército ucraniano ha hecho público que las bajas sufridas por Rusia desde el comienzo de su invasión en febrero de 2022 se acercan a la escalofriante cifra de 975.000. Este lunes, en una actualización compartida a través de Facebook, han detallado que durante las últimas 24 horas, 1.040 soldados rusos han caído o han resultado heridos. Las cifras son contundentes y reflejan la dureza del conflicto.
Un conflicto devastador
La situación en el frente es crítica. Según el Estado Mayor del Ejército ucraniano, las estimaciones indican que las fuerzas rusas han perdido no solo vidas humanas, sino también un impresionante arsenal militar: 10.833 carros de combate, 22.562 vehículos blindados, y cerca de 36.503 drones, entre otros muchos equipos destruidos. La guerra está dejando huellas imborrables y dolorosas.
A pesar de esta devastación, Moscú se mantiene en silencio respecto a sus propias cifras oficiales sobre bajas en combate, lo cual genera aún más incertidumbre y especulación sobre la realidad en el terreno.
A medida que continúan los combates, el Estado Mayor ucraniano lanza un mensaje claro y potente: «¡Golpea al ocupante! ¡Juntos ganaremos!» Son palabras que resuenan con fuerza entre los ciudadanos y soldados ucranianos; una llamada a la resistencia y a la lucha contra la invasión.