MADRID, 18 de mayo. (EUROPA PRESS) – En un giro inesperado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha decidido reanudar de inmediato la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza. Todo esto tras una reunión crucial del Gabinete de Seguridad celebrada este domingo. La oficina de Netanyahu no ha tardado en hacer pública su postura: Israel permitirá que lleguen alimentos básicos para evitar una catástrofe alimentaria que pondría en jaque la vida de miles de personas.
La razón detrás de esta decisión es clara; según los informes, se tomó “por recomendación” de las Fuerzas de Defensa de Israel, y está relacionada con la necesidad urgente de intensificar las operaciones contra Hamás. Como bien señala el diario ‘The Times of Israel’, Israel busca evitar que Hamás controle la distribución de esa ayuda humanitaria. Así lo advirtió Netanyahu: “actuaremos para que la asistencia no caiga en manos equivocadas”.
Presión internacional y soluciones temporales
No podemos pasar por alto el contexto; esta decisión viene marcada por una creciente presión internacional, especialmente desde Estados Unidos. Las fuentes apuntan que esta ayuda será canalizada a través de organismos como el Programa Mundial de Alimentos o ONG reconocidas como World Central Kitchen, al menos hasta que se ponga en marcha un sistema más controlado por parte de Israel y Estados Unidos.
A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, queda claro que detrás cada movimiento hay una lucha intensa y compleja por el control y la supervivencia.