En una madrugada que debería haber sido tranquila, más de 50 palestinos han perdido la vida debido a los bombardeos del Ejército israelí en el norte de la Franja de Gaza. Las autoridades locales no solo cuentan esta tragedia como un mero número, sino que elevan la cifra total a 250 muertos en apenas 36 horas. Un portavoz de Protección Civil lo ha dejado claro: «Nuestros equipos han recuperado más de 50 mártires de casas atacadas hoy», resaltando que los rescatistas son insuficientes para atender las llamadas desesperadas por ayuda.
Una lucha por la supervivencia en medio del caos
A medida que el eco de los ataques resonaba, también se escuchaban las voces llenas de angustia. «La ocupación ataca a cualquiera que se mueva en el norte», advertía un portavoz, añadiendo que hay muchas personas desaparecidas bajo los escombros. La situación es crítica y el temor se palpa en cada rincón.
Mientras tanto, Munir al Bursh, director general del Ministerio de Sanidad de Gaza, denuncia lo que considera una limpieza étnica sistemática. En sus palabras: «250 mártires en 36 horas» son solo una parte del horror vivido. La violencia no ha perdonado ni a los hospitales; el Hospital Europeo, uno de los últimos bastiones contra el cáncer en Gaza, ha tenido que cerrar sus puertas por los constantes ataques.
Médicos Sin Fronteras (MSF) no se queda atrás y afirma con tristeza que este hospital era “uno de los últimos salvavidas” para la población afectada. En este contexto desolador, solo queda el Hospital Naser como opción pública en Jan Yunis, pero incluso él fue blanco de ataque hace poco.
Las instituciones médicas están saturadas y luchan día tras día para ofrecer atención vital mientras enfrentan un torrente incesante de agresiones. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dejado claro su propósito: actuar con “todas sus fuerzas” para acabar con Hamás y no ceder ante un alto el fuego temporal que podría salvar vidas.
Pese a esto, Hamás critica duramente a Netanyahu por su búsqueda implacable de venganza y su intento por socavar cualquier esfuerzo diplomático hacia la paz. Desde marzo, Israel ha mantenido un estricto bloqueo sobre Gaza impidiendo cualquier ayuda humanitaria necesaria e intensificando así las críticas internacionales sobre derechos humanos.