En una madrugada que debería haber sido tranquila, la Franja de Gaza se ha convertido en un escenario de horror. Al menos 51 palestinos han perdido la vida y decenas más han quedado heridos debido a los bombardeos del Ejército israelí. La mayoría de estas víctimas se encuentran en el norte, concretamente en Yabalia, donde la situación es desgarradora; entre los fallecidos hay mujeres y niños.
Un ataque implacable sobre hospitales y civiles
Mientras tanto, en el sur, en Jan Yunis, un palestino también ha sucumbido a las agresiones en la zona oriental. La desesperación ha alcanzado su punto máximo cuando el diario ‘Filastín’ informó sobre un matrimonio y sus dos hijas que murieron tras un bombardeo que arrasó su tienda de campaña destinada a personas desplazadas. Una imagen trágica que no deja indiferente.
No contento con eso, el Ejército israelí lanzó un ataque contra el Hospital Europeo de Jan Yunis, alegando que habían desmantelado una supuesta infraestructura terrorista subterránea relacionada con Hamás. En redes sociales, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron sus acciones diciendo que estaban persiguiendo a terroristas dentro del hospital. Sin embargo, ¿realmente están protegiendo a alguien o solo sembrando caos?
Hamás no tardó en responder a estas acusaciones tachándolas de mentiras diseñadas para engañar al mundo. Según ellos, lo único que buscan es destruir lo poco que queda del sector médico y aterrorizar aún más a la población civil. Con cada bombardeo aumenta la condena hacia Israel por parte de aquellos que observan desde fuera: “Brutales e intensos”, así describen estos ataques desde ‘Filastín’, apuntando directamente a las autoridades israelíes como responsables.
A medida que avanzan las horas, el balance total asciende drásticamente: desde el inicio de esta ofensiva post-7 de octubre hasta ahora, 52.908 muertes y 119.721 heridos. Cada número representa una historia rota, una vida arrebatada sin compasión.