Teherán ha dado un giro inesperado este martes al abrir la puerta a una posible limitación temporal en el enriquecimiento de uranio. Esta decisión, sin embargo, no es gratuita; el Gobierno iraní deja claro que vendría acompañada del levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos. «Durante un periodo limitado de tiempo, estamos dispuestos a aceptar algunas restricciones en nuestro nivel y capacidad de enriquecimiento», afirmó Mayid Tajt Ravanchi, viceministro de Exteriores. Según él, esta podría ser una medida para mejorar la confianza, algo que parece muy necesario en estos tiempos convulsos.
¿Un camino hacia la paz?
Ravanchi subrayó que no se trata de un gesto unilateral: «Nuestras acciones buscan construir confianza». Pero también dejó claro que todo esto depende del compromiso de Washington para retirar las sanciones. Sin embargo, los detalles sobre cómo y cuándo se llevaría a cabo esta limitación aún están en el aire. «Estamos solo al inicio del camino; no hemos llegado a definir ni el momento ni el porcentaje del enriquecimiento», añadió.
Antes de esta nueva ronda de conversaciones, Abbas Araqchi, ministro iraquí de Exteriores, defendió el derecho legítimo de Irán a continuar con su programa nuclear. Mientras tanto, Steve Witkoff, enviado especial estadounidense para Oriente Próximo, insistió en que lo deseable sería que Irán abandonara su programa voluntariamente. Este diálogo entre ambos países es crucial y marca un hito desde que Washington se retiró del histórico acuerdo nuclear en 2018.