En una mañana que se suponía prometedora para la paz, las Fuerzas Armadas de Ucrania han lanzado una grave acusación: Rusia ha desatado la furia de más de un centenar de drones sobre su territorio. Este ataque aéreo, según los ucranianos, tuvo lugar justo cuando Kiev y sus aliados estaban ofreciendo un alto el fuego que podría haber durado 30 días, comenzando desde este 12 de marzo.
Un nuevo intento fallido por la paz
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, no ha dudado en instar al Gobierno ucraniano a sentarse a dialogar sin condiciones a partir del próximo jueves. Sin embargo, lo que parece ser un paso hacia adelante se ve manchado por el rastro de destrucción que dejan los drones kamikaze. El Estado Mayor del Ejército ucraniano reportó un total escalofriante: 108 drones lanzados contra diversas provincias. De ellos, 55 fueron derribados por las defensas ucranianas, mientras que otros 30 simplemente “desaparecieron” sin causar mayores estragos.
Aunque todavía no hay noticias sobre víctimas o daños materiales concretos, sí se confirmaron impactos en Odesa, Mikolaiv, Donetsk y Yítomir. Esta situación tan tensa llega solo un día después de que Volodimir Zelenski manifestara su disposición para reunirse con Putin en Estambul. Un encuentro que podría marcar un hito en los esfuerzos diplomáticos para poner fin a esta guerra desgastante. A pesar de ello, Zelenski también dejó claro lo esencial: es fundamental concretar ese alto el fuego desde este lunes.