En un despliegue de orgullo casi palpable, Donald Trump se dirigió al mundo este lunes para celebrar el acuerdo de alto el fuego logrado entre Pakistán e India. Desde la Casa Blanca, el presidente estadounidense no dudó en afirmar que gracias a su intervención, se logró esquivar lo que podría haber sido un catastrófico «conflicto nuclear». «Mi administración jugó un papel clave el sábado en conseguir un alto el fuego total y inmediato, que espero que sea permanente», comentó Trump, como si estuviera hablando de una victoria en un juego de golf.
Comercio y decisiones firmes
Con esa mezcla de confianza y retórica típica, Trump añadió: «Millones de vidas estaban en juego. Estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho». Se siente cómodo al afirmar que los líderes indios y pakistaníes demostraron tener la «sabiduría necesaria» para reconocer la gravedad del asunto. Pero, claro, no se quedó ahí; también destacó cómo uno de sus argumentos más contundentes fue la posibilidad de comercio: «Les dije: si paráis, habrá comercio. Si no lo hacéis, nos quedaremos sin él».
El trasfondo es complicado: horas antes del acuerdo, el Ejército paquistaní había lanzado ataques contra bases aéreas indias como respuesta a agresiones previas sobre instalaciones militares cerca de Islamabad. La tensión había aumentado tras un atentado en abril en Cachemira india que dejó a 26 civiles muertos. Aunque India apuntó directamente a Pakistán como culpable, este último ha negado cualquier implicación.