LONDRES, 12 de mayo. El ministro de Exteriores alemán, Johann Wadephul, ha dejado entrever que su Gobierno podría finalmente dar luz verde a la entrega de misiles de largo alcance tipo Taurus a Ucrania. ¿La razón? Si el presidente ruso, Vladimir Putin, no acepta pronto un alto el fuego duradero, la presión sobre él podría aumentar considerablemente.
Un cambio en la postura alemana
A lo largo de los últimos años, Berlín había sido reacio a ceder estos misiles, pese a las constantes solicitudes de las autoridades ucranianas. Sin embargo, desde la campaña electoral y con el nuevo canciller Friedrich Merz al mando, se nota un aire distinto. “En Moscú no deben subestimar que Occidente está dispuesto a ejercer mucha presión ahora”, afirmaba Wadephul antes de reunirse en Londres con sus colegas europeos para discutir precisamente la situación crítica que atraviesa Ucrania.
Mientras tanto, los ecos del diálogo parecen desvanecerse ante nuevas propuestas cruzadas. Y es que Wadephul también ha señalado que Europa está lista para “imponer más sanciones” si Putin sigue sin realizar concesiones. Con una mirada hacia Estados Unidos y su disposición a actuar en esta dirección, queda claro que la “presión política” sobre Rusia está lejos de ser un tema menor. La comunidad internacional observa cada movimiento con atención y una creciente preocupación por lo que pueda venir.