En un rincón del mundo donde la tensión nunca parece dar tregua, al menos cinco personas han perdido la vida y otras siete han resultado heridas tras un brutal ataque con artillería por parte del Ejército de India. Este nuevo capítulo de violencia se desarrolla en la desgarrada región de Cachemira, donde los ecos de la guerra siguen resonando entre dos naciones que parecen no encontrar un camino hacia la paz.
El dolor de los civiles
Las informaciones que llegan desde el territorio paquistaní son desgarradoras. Según la cadena estatal PTV, todas las víctimas son civiles, vidas inocentes que se ven atrapadas en este conflicto eterno. India, por su parte, guarda silencio ante esta tragedia. Pero esto no es todo; el intercambio de ataques ha sido una constante en los últimos días, y ahora Pakistán asegura haber destruido tres puestos militares indios durante estos enfrentamientos.
Mientras tanto, fuentes de seguridad mencionan que seis drones israelíes fueron derribados en Punyab. ¿Dónde queda la humanidad en todo esto? La situación no solo se limita a bombardeos y bajas. La administración del puerto paquistaní de Karachi ha denunciado un ciberataque proveniente de India que busca propagar «noticias falsas». Justo cuando creían haber sufrido daños graves tras un supuesto bombardeo indio, minutos después rectificaron diciendo que había sido víctima de un hackeo. ¡Increíble!
Este clima de incertidumbre y miedo se intensifica tras un atentado ocurrido en abril en Cachemira india, donde murieron 26 civiles, muchos de ellos turistas. Y así seguimos contando historias tristes mientras más de 30 personas ya han perdido la vida por los ataques indiscriminados indios; sin embargo, también hay que mencionar las al menos 16 vidas perdidas del otro lado. En medio de esta vorágine de dolor y destrucción, uno no puede evitar preguntarse: ¿hasta cuándo?