Este miércoles, desde Madrid, nos llega una noticia que promete ser clave en el tablero internacional. El presidente de China, Xi Jinping, ha destacado la «resiliencia» de los lazos entre su país y Rusia justo antes de embarcarse hacia Moscú. Su viaje coincide con la celebración del Día de la Victoria, un evento que conmemora la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Se espera que Xi llegue a Rusia hoy mismo y permanezca allí hasta el sábado. Durante su estancia, se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Juntos charlarán sobre temas candentes como el conflicto en Ucrania y las cada vez más complicadas relaciones con Estados Unidos. Este encuentro es más que un simple apretón de manos; es una clara muestra de cómo ambas naciones se alinean ante el creciente descontento occidental y las tensiones comerciales que crecen como espuma entre China y EE.UU.
Un acercamiento estratégico
La agenda del encuentro incluye la firma de dos comunicados conjuntos después de sus conversaciones programadas para este jueves. Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania hace más de tres años, hemos visto un acercamiento notable entre estos dos gigantes. No es casualidad que Putin haya subrayado en múltiples ocasiones lo «estratégico» de sus relaciones con Pekín, afirmando también que los intereses mutuos coinciden en muchos frentes.
A medida que observamos estos movimientos diplomáticos, queda claro que tanto China como Rusia están tirando a la basura cualquier reticencia anterior y abriendo nuevos caminos juntos. ¿Qué nos traerá esta nueva era?