En un giro inesperado de los acontecimientos, los rebeldes hutíes de Yemen han decidido unirse al alto el fuego que anunció Donald Trump. El presidente estadounidense aseguró haber llegado a un acuerdo con ellos, pidiendo que cesen sus ataques en el mar Rojo. Pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Compromisos y advertencias
El portavoz hutí, Mohamed Abdelsalam, dejó claro que si Washington «cumple su parte», ellos también se abstendrán de atacar objetivos estadounidenses en la zona. Su mensaje fue directo: “Estados Unidos ha interferido en este conflicto apoyando a Israel cuando este ataca Yemen. Así que si dejan de lado su agresión, nosotros dejaremos de responder”. Sin embargo, no se quedó ahí; también lanzó una advertencia contundente: “Si Estados Unidos no cumple el acuerdo, la respuesta será fatal”. Esta declaración resuena con fuerza mientras las tensiones continúan.
Las negociaciones para alcanzar esta tregua no han sido cosa fácil; llevan semanas desarrollándose con la mediación de Omán, país que ha estado trabajando arduamente para facilitar el diálogo. El Gobierno omaní había comentado previamente que ambas partes estaban dispuestas a poner fin a los ataques, incluyendo aquellos dirigidos contra portaaeronaves y buques estadounidenses en el mar Rojo.
A pesar del compromiso aparente con esta tregua, los hutíes ya anunciaron que continuarán atacando objetivos israelíes mientras avanza la ofensiva contra Gaza. La situación es crítica allí; más de 52.600 vidas se han perdido hasta ahora.