BERLÍN, 7 de mayo. Hoy es un día importante para Alemania, ya que Friedrich Merz ha comenzado su mandato como nuevo canciller. La jornada ha arrancado con una visita a Francia, donde se reunirá con Emmanuel Macron. Esta no es solo otra reunión más; se trata de un intento por estrechar lazos entre Berlín y París en un momento tan crítico.
Poco después de haber recibido el visto bueno del Bundestag, tras una votación que casi pasa a la historia por ser fallida, Merz tiene grandes planes. La idea es discutir cómo construir una Europa más fuerte e independiente, especialmente frente a potencias como Rusia y Estados Unidos. Esto va más allá de los discursos; aquí estamos hablando del futuro de nuestra comunidad europea.
Mirando hacia Polonia y los retos actuales
Después de dejar Francia, el canciller no se detiene. Se dirige a Polonia, donde se encontrará con el primer ministro Donald Tusk. Juntos abordarán temas cruciales, desde los impactos de la invasión rusa en Ucrania hasta la migración y las políticas fronterizas que están en juego. Es evidente que el contexto actual nos exige un enfoque firme: debemos estar preparados para lo que venga.
No podemos pasar por alto cómo Merz llegó hasta aquí. Su elección no fue fácil; necesitó dos intentos para conseguir el respaldo necesario. En la primera ronda solo obtuvo 310 votos a favor, muy lejos de los 316 requeridos para alcanzar la mayoría absoluta. Pero tras un esfuerzo adicional, logró sumar 25 apoyos más en su segundo intento.
Acompañado por el ministro de Exteriores, Johann Wadephul, este es un momento histórico: ¡por primera vez en casi seis décadas!, tanto el canciller como el responsable de Exteriores provienen del mismo partido! Un cambio significativo considerando que tradicionalmente estos puestos eran ocupados por socios menores dentro de las coaliciones.