El pasado martes, en un giro de lo que podríamos llamar habitual, Donald Trump dejó caer una bomba: la semana que viene habrá un «gran anuncio» relacionado con Oriente Próximo. Desde su trono en el Despacho Oval, el presidente de Estados Unidos aseguró que lo que se avecina será de la “mayor magnitud posible”. Y aquí nos quedamos todos, atentos al reloj y a las noticias, porque promete ser uno de esos momentos que marcan la diferencia.
Expectativas a flor de piel
Antes de embarcarse en su viaje por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, Trump reveló pocos detalles, pero no escatimó en elogios a lo que se avecina. «No les diré sobre qué va a ser», comentó casi en tono misterioso, pero advirtió que será algo muy positivo. La intriga está servida. Por si fuera poco, durante este mismo encuentro con el primer ministro canadiense Mark Carney –que se mostró expectante ante las novedades– también mencionó un acuerdo con los rebeldes hutíes. ¿Acaso estamos ante una nueva estrategia diplomática?
Mientras tanto, parece que los ecos del pasado aún resuenan; Trump prometió interrumpir los bombardeos tras un acuerdo donde ambas partes han convenido cesar ataques contra barcos en la región. La incertidumbre flota en el aire y todos nos preguntamos: ¿será esto el inicio de algo grande o simplemente otro capítulo más en el libro del caos internacional? Las respuestas están por venir y nosotros estaremos ahí para contarlas.