En una nueva jornada de tensiones, el Gobierno ruso ha compartido hoy su última actualización sobre la situación en Ucrania. La región de Donetsk se encuentra nuevamente en el centro del conflicto, tras la captura de la localidad de Lisovka. Este lugar, situado al sur de Pokrovsk, ha sido defendido con uñas y dientes por las tropas ucranianas durante meses. Sin embargo, parece que ahora los esfuerzos han dado paso a un nuevo capítulo.
Drones al ataque y defensas activas
A lo largo de la pasada noche, las defensas antiaéreas rusas han hecho sonar alarmas al derribar más de cien drones, entre ellos unos veinte que se dirigían supuestamente hacia Moscú. El Ministerio de Defensa no ha escatimado en detalles, apuntando que solo en las regiones de Briansk y Vorónezh se interceptaron 32 y 22 drones respectivamente. En Moscú, el alcalde Sergei Sobianin tranquilizó a la población anunciando que no hubo víctimas ni daños graves tras el ataque. «Los servicios de emergencias están trabajando para asegurar que todo esté bajo control», declaró Sobianin a través de su canal en Telegram.
La situación es tensa y complicada. Mientras algunos celebran victorias territoriales, otros siguen enfrentándose a un panorama sombrío donde los estruendos de los drones caen como ecos del conflicto latente. ¿Qué nos espera en este camino? Solo el tiempo lo dirá.