En el corazón de Gaza, la desesperación se siente más que nunca. Este 6 de mayo, un bombardeo israelí ha dejado a su paso el dolor y la pérdida: unas 20 personas han fallecido al ser atacada una escuela que servía como refugio para quienes han tenido que huir de sus hogares. Las autoridades locales no han podido contener las lágrimas al informar que entre los muertos hay varios niños, unos seres inocentes atrapados en medio de un conflicto sin fin.
El ataque tuvo lugar al este del campamento de refugiados de Al Bureij, donde muchos buscaban un rayo de esperanza en medio del caos. Sin embargo, lo único que encontraron fue más sufrimiento; decenas resultaron heridos, algunos en estado crítico. Este tipo de situaciones son difíciles de asimilar y duelen profundamente. La agencia palestina WAFA y el diario Filastin, cercano a Hamás, han dado cuenta de la magnitud del horror.
Una cifra desgarradora
Desde el comienzo de esta ofensiva militar por parte de Israel, tras los atentados del 7 de octubre -que dejaron ya un saldo trágico en suelo israelí-, se estima que más de 52.600 personas han perdido la vida en Gaza. Esta cifra es simplemente escalofriante y nos lleva a cuestionar hasta cuándo continuarán estos ataques. Desde mediados de marzo, cuando Israel rompió unilateralmente el alto el fuego con Hamás, más de 2.500 vidas se han apagado, dejando familias destrozadas y comunidades enteras sumidas en la angustia.