El pasado sábado, 4 de mayo, Rumanía vivió una jornada electoral que dejó a muchos con la boca abierta. George Simion, el candidato de extrema derecha, se alzó como el más votado en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Con más del 30 por ciento de los votos, ahora tiene la mirada puesta en la segunda vuelta que se celebrará el próximo 18 de mayo. Se enfrentará a Crin Antonescu o a Nicusor Dan, según revelan las encuestas.
Una contienda llena de sorpresas
Los sondeos a pie de urna no dejan lugar a dudas: Simion ha conseguido un impresionante 33,1 por ciento, mientras que Antonescu, respaldado por el Partido Socialdemócrata y el Partido Nacional Liberal, se queda con un 22,9 por ciento. No muy lejos está Dan, alcalde de Bucarest y líder del partido Unión Salvemos Rumanía (USR), quien logra captar un 20,9 por ciento.
Aquí es donde las cosas se complican un poco más. El ex primer ministro Victor Ponta obtiene un discreto 14,7 por ciento, seguido de cerca por Elena Lasconi con solo un 4,4 por ciento. Y es que esta elección no es una cualquiera; es una repetición tras la anulación de los comicios del 24 de noviembre debido a irregularidades detectadas por el Tribunal Constitucional.
Parece que la sombra del anterior candidato ultraderechista Calin Georgescu sigue acechando. La financiación turbia y el fraude extranjero han sido factores determinantes en este panorama electoral tan convulso.
No olvidemos que hay casi 18 millones de personas listas para votar en los casi 19 mil colegios electorales habilitados. Además, hay observadores internacionales vigilando todo esto. ¿Qué nos espera? Es difícil predecirlo en medio de tanta tensión política.