El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, junto a su ministro de Defensa, Israel Katz, han hecho pública una noticia que no deja indiferente a nadie. Este viernes, el Ejército israelí ha llevado a cabo un ataque en las inmediaciones del Palacio Presidencial de Siria, situado en la capital, Damasco. Esta acción se produce tras unos intensos enfrentamientos entre la comunidad drusa y los combatientes leales al régimen sirio.
Un claro mensaje para el régimen sirio
«Este es un claro mensaje al régimen sirio: no permitiremos el envío de fuerzas al sur de Damasco ni ninguna amenaza a la comunidad drusa», afirmaron ambos líderes en un comunicado conjunto recogido por ‘The Times of Israel’. Pero eso no es todo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que sus cazas bombardearon las cercanías del complejo donde reside el presidente interino de Siria, el líder yihadista Ahmed al Shara.
Los combates han dejado un saldo provisional devastador: 75 muertos. Todo estalló tras la publicación en redes sociales de un mensaje considerado ofensivo hacia el profeta Mahoma, atribuido a un clérigo druso. Esto desató una ola de «incitación sectaria» que llevó incluso a Israel a exigir que se garantice la protección de los drusos. Y mientras tanto, la cifra de víctimas sigue aumentando día tras día.
A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades sirias y dignatarios locales para calmar las aguas mediante un acuerdo destinado a poner fin a las tensiones, la situación sigue siendo crítica. En este contexto, el Ministerio del Interior sirio ha subrayado que dicho pacto exige «la entrega inmediata de armas pesadas y un mayor despliegue de fuerzas» con la intención clara de consolidar la estabilidad y restablecer algo parecido a la normalidad.