En medio de una crisis humanitaria que no da tregua, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha encendido las alarmas. Este miércoles, alertaron sobre la desesperada realidad que viven algunos palestinos en la Franja de Gaza, quienes “comen lo que pueden encontrar”. Y esto no es solo una frase; es un grito desgarrador de aquellos que, tras el brutal ataque israelí del 7 de octubre de 2023, ven cómo se desmorona su acceso a lo más básico.
Un llamado urgente por ayuda humanitaria
La UNRWA, a través de un mensaje conmovedor en su cuenta de X, describió cómo muchas familias se ven obligadas a consumir alimentos en mal estado por la falta de suministros. “En Gaza, con la disminución de los suministros de alimentos… algunas familias informan que comen todo lo que encuentran”, lamentan desde la agencia. Pero no se quedan ahí. También han enfatizado su disposición para entregar ayuda urgentemente ante el colapso inminente del suministro básico y el aumento escalofriante de las necesidades.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), por su parte, también ha hecho sonar las campanas: tras más de 50 días sin poder ingresar ayuda humanitaria debido al bloqueo israelí, han agotado sus reservas alimentarias. La situación es insostenible y se agrava con cada día que pasa. Desde el 18 de marzo, cuando comenzó una nueva ofensiva militar tras romperse un alto el fuego anterior con Hamás, Gaza ha sido empujada hacia un abismo aún más oscuro.
A medida que avanzamos en este panorama aterrador, las autoridades locales han declarado que “más de un millón de niños están en riesgo de hambruna”. Y lo peor no es solo una amenaza: “hoy la hambruna no es ya una amenaza, sino una amarga realidad”, subrayan. Según sus cifras recientes, al menos 52 personas han muerto ya debido a hambre y desnutrición; entre ellas hay 50 niños. Una tragedia desgarradora en pleno siglo XXI.