NUEVA DELHI, 30 Abr. – La tensión entre India y Pakistán ha alcanzado un nuevo nivel este miércoles, con el Gobierno indio anunciando el cierre de su espacio aéreo a las aerolíneas paquistaníes. Esta decisión llega justo después del terrible atentado en Cachemira que dejó un saldo trágico de 26 muertos. Un acto que nos deja a todos con un nudo en el estómago y pone de manifiesto la inestabilidad en la región.
Una escalada peligrosa
Con esta medida, se prohíbe a todas las aeronaves registradas en Pakistán, incluidas incluso las militares, acceder al espacio aéreo indio hasta el próximo 23 de mayo. Como si fuera poco, Pakistán ya había cerrado previamente su cielo a los vuelos indios tras la crisis desencadenada por este mismo atentado en Pahalgam, una localidad turística que ahora queda marcada por la tragedia.
El grupo armado islamista Lashkar-e-Taiba (LeT) se atribuyó la responsabilidad del ataque, lo que no hace más que aumentar las acusaciones de India hacia Pakistán sobre su supuesto apoyo a grupos armados en Cachemira. Esta región ha sido motivo de enfrentamientos desde 1947 y ha visto estallar dos de las tres guerras entre ambos países desde su independencia.
En medio de este clima tan tenso, el ministro de Información paquistaní, Ataulá Tarar, no dudó en advertir que tienen información creíble sobre posibles ataques militares por parte de India. “Cualquier acción será respondida con firmeza”, afirmó. Por su parte, Narendra Modi, primer ministro indio, ha dado carta blanca a sus Fuerzas Armadas para actuar frente al terrorismo: “Es nuestro deber dar un golpe contundente al terrorismo”, sentenció.