En Berlín, el 30 de abril, se respira un aire de cambio. Las bases del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) han decidido dar su apoyo al acuerdo de coalición que han pactado con los democristianos. Esto significa que Lars Klingbeil, un jugador clave en las negociaciones tras las elecciones generales de febrero, será el nuevo vicecanciller y ocupará el puesto de ‘número dos’ en el Gobierno.
Matthias Miersch, secretario general del SPD, no pudo ocultar su satisfacción al anunciar que un impresionante 84,6% de los militantes votaron a favor del acuerdo. Con una participación cercana al 56%, esto demuestra que las bases están más que listas para avanzar. “Ahora podemos por fin ponernos en marcha”, celebró Markus Soeder, líder de la Unión Social Cristiana (CSU), quien también dejó claro que es tiempo de un verdadero cambio en Alemania.
Un futuro incierto pero prometedor
No solo es una nueva etapa para el SPD; este acuerdo también significará la firma oficial del pacto el próximo lunes. Un día antes, Friedrich Merz será designado como nuevo canciller en el Bundestag, poniendo así fin a la era política de Olaf Scholz. Aunque el SPD pasará a ser socio minoritario con siete carteras ministeriales bajo su mando, la figura de Klingbeil como vicecanciller promete darle un nuevo aire a esta colaboración.
Sorprendentemente, todo ha salido según lo previsto y sin contratiempos: el comité ejecutivo del SPD ha dado su visto bueno por unanimidad. Es un momento crucial donde todos los ojos están puestos sobre cómo se desarrollarán los acontecimientos en esta nueva configuración política.