La vida en Portugal comienza a retomar su curso normal tras el apagón masivo que dejó a millones en la oscuridad. Este martes, el Gobierno ha salido al paso para asegurar que «no hay pruebas» de que este incidente, que afectó a gran parte de la Península Ibérica durante cerca de diez horas, sea resultado de un ciberataque. António Leitao Amaro, ministro de Presidencia portugués, ha sido claro: «no hay evidencias de un ataque en el origen del apagón», y añadió que «no son necesarias restricciones en el consumo».
Recuperando la normalidad
A medida que avanzaba el día, las escuelas comenzaron a abrir sus puertas nuevamente tras restablecerse los servicios de electricidad y agua en todo el país. El Gobierno se ha esforzado por transmitir calma, afirmando que «en gran medida hemos logrado volver a la normalidad», con todos los consumidores recibiendo suministro eléctrico.
Además, han destacado la importancia de la educación, asegurando que solo se debe interrumpir si las condiciones básicas no están garantizadas. La Policía de Seguridad Pública también ha hecho hincapié en el comportamiento ejemplar y sereno de los ciudadanos durante esta crisis; reforzaron patrullas por todo Portugal para asegurar la continuidad de los servicios esenciales sin registrar incidentes preocupantes.
Por otro lado, mientras algunos semáforos podrían experimentar fallos temporales según advirtió la Guarda Nacional Republicana (GNR), el Ministerio de Hacienda decidió extender los plazos para ciertos trámites relacionados con la declaración de la renta como medida compensatoria por las dificultades ocasionadas por el apagón.
Con 6.4 millones de clientes ya recuperados y solo unos pocos afectados por una avería no relacionada, Portugal parece estar volviendo a encender sus luces después del susto. Y es que este análisis coincide con lo dicho también desde España: Red Eléctrica Española descarta totalmente cualquier vínculo entre este apagón y un ciberataque. Así, aunque lo vivido fue inquietante, hoy podemos respirar tranquilos y seguir adelante.