El pasado lunes, la tranquilidad de Groenlandia se vio interrumpida por un apagón que dejó a varias localidades en la oscuridad. Tusass, la principal empresa de telecomunicaciones de la isla, ha anunciado que los problemas de telefonía, internet, televisión y radio han sido resueltos. Sin embargo, no se trata solo de volver a la normalidad; también es momento de reflexionar.
Durante el apagón, zonas remotas como Qaanaaq, Ittoqqortoormiit o Tasiilaq quedaron desconectadas debido a su dependencia de una infraestructura situada en Maspalomas, Gran Canaria. La elección de esta ubicación no fue casual: «Gran Canaria fue elegida porque el tiempo es estable», explicaron desde Tusass. Pero claro, lo que parecía una solución efectiva terminó convirtiéndose en un problema cuando las instalaciones dejaron de funcionar.
Aprovechando las lecciones aprendidas
Entre las 18:30 horas del lunes y las 00:36 del martes se extendieron los problemas. Jonas Hasselriis, director de operaciones en Tusass, comentó sobre este desafío: «Para garantizar el mejor servicio posible a Groenlandia», nos apoyamos en redes internacionales y eso nos hace vulnerables ante incidentes como este.» Esta situación pone sobre la mesa una realidad inquietante: nuestra conexión con el mundo exterior puede ser frágil.
Aunque ya han recuperado el servicio, desde Tusass aseguran que están revisando con atención lo sucedido para implementar mejoras en el futuro. Las palabras de Hasselriis resuenan con esperanza: «Nos tomamos muy en serio nuestra labor». No hay duda de que este episodio les ha dejado valiosas enseñanzas que van más allá del mero restablecimiento del servicio.