El pasado sábado, en un ambiente de profunda tristeza y reflexión, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dedicó unas sentidas palabras al Papa Francisco, a quien definió como un auténtico «constructor de puentes». Mientras el mundo entero seguía el funeral del querido pontífice en Roma, Von der Leyen no pudo evitar compartir su admiración por un hombre que siempre supo liderar con bondad y compasión.
“Hoy nos hemos reunido para honrar a alguien que nos enseñó que el amor tiene que alcanzar incluso a los más marginados”, escribió la presidenta en su cuenta de X. En sus palabras resonaban ecos de esperanza y solidaridad, recordando cómo Francisco abrazó a los olvidados, a aquellos sin voz en una sociedad muchas veces indiferente.
Un legado que perdurará
“Nos instó a cuidarnos unos a otros y a compartir este hermoso planeta”, continuó Von der Leyen. Su mensaje claro y directo dejó huella: el legado del Papa es uno de justicia y esperanza, un faro que seguirá guiándonos. “El Papa Francisco fue un verdadero constructor de puentes. Que no dejemos de caminar juntos por ellos”, concluyó con firmeza.