La tragedia ha vuelto a golpear a la ciudad ucraniana de Pavlogrado. Este viernes, el gobernador de Dnipropetrovsk, Serhi Lisak, ha compartido la desgarradora noticia de que tres personas han perdido la vida y otras quince han resultado heridas debido a un nuevo ataque con drones por parte de Rusia. Es una realidad cruel y repetitiva que nos deja sin aliento.
Destrucción y desesperación en Pavlogrado
A medida que avanzaba el día, las fuerzas rusas no cesaron en su intento de sembrar el caos en la región. Lisak no ha dudado en alzar la voz, denunciando que decenas de edificios civiles han sido destruidos, dejando un rastro de desolación en distritos como Samarski y Sinelniki, así como en localidades cercanas como Nikopol.
No podemos pasar por alto que entre los fallecidos se encuentra una menor. ¿Qué futuro les espera a nuestros jóvenes? En medio del horror, hay algo de esperanza: diez personas fueron rescatadas gracias al valiente trabajo del Servicio Estatal de Emergencias. Aún así, esta jornada negra se siente interminable.
Las defensas aéreas han logrado derribar alrededor de once drones en Dnipropetrovsk durante las últimas horas. Pero la sombra del conflicto sigue acechando; este es ya el segundo día consecutivo que Pavlogrado se enfrenta a estos ataques devastadores. Un recordatorio doloroso de lo que viven miles cada día en Ucrania.