En un giro que nadie esperaba, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha decidido abrir el baúl de las acusaciones y ofrecer información a todos aquellos interesados en las presuntas «violaciones» cometidas por Ucrania durante la tregua que Vladimir Putin propuso unilateralmente para la Pascua. Esta tregua, que terminó este lunes sin pena ni gloria, parece haber sido más un juego político que una verdadera oportunidad para la paz.
¿Qué está pasando realmente?
Peskov no se ha guardado nada al afirmar: «Informaremos a todas las partes interesadas y proporcionaremos todos los datos que nuestros militares han dado esta mañana». Y claro, esto despierta preguntas sobre si estas afirmaciones llegarán también a Estados Unidos. Según él, no hubo consulta previa con los estadounidenses porque, al fin y al cabo, esta idea fue solo del presidente ruso. La iniciativa se planteó para medir la «sinceridad» de Ucrania ante unas posibles negociaciones de paz, aunque lo que hemos visto son más acusaciones cruzadas entre ambos bandos.
Mientras tanto, Ucrania contrarresta estas declaraciones con cifras escalofriantes: asegura que Rusia ha lanzado más de 3.000 ataques durante el breve respiro propuesto por Putin. Y como si fuera poco, también mencionan alrededor de 4.900 infracciones cometidas por ellos mismos. En medio de este tira y afloja bélico, solo queda preguntarnos: ¿realmente estamos avanzando hacia algún tipo de acuerdo o todo esto es solo ruido? Es evidente que el diálogo necesita ser más sincero y menos estratégico.