En un mundo donde la salud debería ser una prioridad, la situación en la Franja de Gaza se vuelve cada vez más alarmante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una voz de alarma este jueves: hay al menos 10.500 pacientes palestinos que requieren una evacuación inmediata para recibir el tratamiento médico que tanto necesitan. Es una cifra desgarradora, y lo peor es que entre 10.500 y 12.500 personas siguen atrapadas sin poder salir.
Una situación insostenible
Desde que el pasado 18 de marzo las autoridades israelíes decidieron cerrar los pasos fronterizos, como el de Rafá, las evacuaciones médicas diarias han quedado completamente paralizadas. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI esto siga sucediendo? La OMS no se queda callada y exige a gritos que se reanuden las evacuaciones por todas las rutas posibles, incluyendo aquellas hacia Cisjordania y Jerusalén Este.
Ayer, solo 18 pacientes, acompañados por 29 familiares, lograron salir del enclave gracias a un operativo conjunto entre la OMS y la Unión Europea. Estos afortunados fueron trasladados a países como Noruega, Malta, Luxemburgo y Rumanía a través del paso de Kerem Shalom. Pero claro, eso no cambia el hecho de que miles siguen esperando su oportunidad mientras el tiempo corre en su contra.
Con cada día que pasa sin acción, la desesperación crece entre quienes claman por ayuda médica urgente. Nos enfrentamos a un verdadero desastre humanitario que no podemos ignorar.