En un momento crucial para la historia de Panamá, el país ha sellado un pacto con Estados Unidos que busca fortalecer la seguridad del emblemático Canal de Panamá. Este acuerdo se produce en el contexto de una visita del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, que ha levantado más de una ceja en Washington con sus recientes advertencias sobre el control de esta vital infraestructura.
La soberanía panameña en el centro del debate
El Ministerio para Asuntos del Canal ha dejado claro que este documento no es solo papel mojado; “reitera el respeto y reconocimiento a la soberanía panameña sobre la vía interoceánica”, tal como establece el Tratado de Neutralidad. Y es que, tras años de luchas y negociaciones, los panameños han recuperado su control total desde 1999, gracias a los Tratados Torrijos-Carter. El ministro de Seguridad Pública, Frank Abrego, lo deja claro: “Esa victoria nos recuerda que somos dueños de nuestro territorio”.
No obstante, la declaración también menciona un nuevo mecanismo para compensar los servicios de seguridad prestados por buques estadounidenses. Esto parece ser un intento por parte de ambos países para trabajar juntos sin vulnerar esa independencia tan duramente ganada. Sin embargo, muchos se preguntan si este tipo de acuerdos son realmente necesarios o si se corre el riesgo de volver a caer en viejas dinámicas.
Aún así, Hegseth celebra su visita como “productiva” y destaca la cooperación entre ambas naciones en áreas cruciales como ingeniería y ciberseguridad. Mientras tanto, él mismo advirtió sobre las amenazas que Pekín podría representar para el canal y subrayó cómo Washington no permitirá que eso ocurra sin responder.
Este pacto podría ser solo el principio. La pregunta es: ¿será suficiente para asegurar que Panamá mantenga siempre su autonomía frente a potencias extranjeras? Solo el tiempo lo dirá.