En Gaza, la angustia se siente en cada rincón. Este jueves, las autoridades de la Franja han lanzado una alarmante advertencia: el déficit de medicamentos y suministros médicos ha alcanzado niveles nunca vistos. La situación es tan grave que han hecho un llamamiento urgente para recibir ayuda que permita abastecer los hospitales y centros de salud del enclave palestino, duramente golpeado por el bloqueo impuesto por Israel.
El Ministerio de Sanidad gazatí no se ha guardado nada en su comunicado a través de Telegram. Según sus palabras, ¡el 37% de los medicamentos esenciales está completamente agotado! Y eso no es todo; el 59% de los suministros médicos también brilla por su ausencia. Las salas de operaciones y las unidades de cuidados intensivos están funcionando con lo justo, mientras que miles de vidas están en juego.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Pongámonos en perspectiva: 80.000 pacientes con diabetes y otros 110.000 con hipertensión no pueden encontrar la medicación necesaria para sobrevivir en los centros de salud primaria. ¿Cómo se puede aceptar que el cierre de fronteras impida la llegada de suministros vitales? Esta situación solo está agravando una crisis ya catastrófica, complicando aún más la atención médica a quienes más lo necesitan.
A medida que avanza esta tragedia, el ministerio controlado por Hamás nos recuerda que hasta 60.000 niños palestinos corren riesgo inminente debido a la desnutrición. Sin embargo, las declaraciones del portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Oren Marmorstein, son desconcertantes; él afirma que no hay escasez humanitaria en Gaza. Contradiciendo esta realidad palpable, asegura que durante un alto al fuego reciente entraron más de 25.000 camiones con suministros.
Es alarmante pensar que desde el inicio del conflicto el pasado 7 de octubre ya hay cerca de 50.900 muertos y más de 115.000 heridos. A esto se suma un nuevo bloqueo que impide la entrada de ayuda humanitaria justo antes del reinicio brutal ofensiva militar israelí sobre Gaza.