MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) – Este jueves, el líder de los rebeldes hutíes en Yemen, Abdulmalik Badredín al Huti, lanzó un mensaje contundente: Estados Unidos «no ha podido ni podrá» mermar su fuerza militar. En medio de los bombardeos que han sacudido Saná, la capital yemení, al Huti no se amedrentó y afirmó con firmeza que los ataques estadounidenses no han logrado asegurar la navegación marítima para favorecer a Israel ni detener sus ofensivas con misiles y drones.
La respuesta del pueblo yemení ante la adversidad
En su discurso retransmitido por Al Masirah, una cadena de televisión vinculada al grupo islamista, hizo hincapié en que el incremento de los bombardeos por parte de la administración Trump refleja más bien la «eficacia» estratégica de sus propias fuerzas. Subrayó que estas acciones agresivas jamás quebrantarán la voluntad ni la moral del pueblo yemení.
Sin embargo, tras estos discursos firmes se esconden tragedias cotidianas. Este mismo jueves, las autoridades hutíes informaron sobre tres muertes relacionadas con los recientes bombardeos en el barrio de Al Sabin; solo un día después de que trece personas perdieran la vida en ataques aéreos contra Hodeida. Desde el 15 de marzo, más de un centenar de civiles han muerto debido a esta escalada bélica impulsada desde Washington.
En este contexto tenso y desgarrador, donde cada noticia es un recordatorio del sufrimiento humano, queda claro que las palabras del líder hutí resuenan como una declaración de resistencia frente a un enemigo poderoso. La historia continúa escribiéndose entre fuego y esperanza en Yemen.