El pasado jueves, desde Madrid, nos llegó una noticia que podría cambiar el rumbo de Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, propuso establecer un gobierno «temporal» en el país vecino, con la ayuda de la ONU y Estados Unidos. La idea es clara: organizar elecciones democráticas y luego abrir la puerta a negociaciones que puedan llevar a un acuerdo de paz.
Putin no se anduvo con rodeos al afirmar: «Sería posible debatir la posibilidad de introducir una gestión temporal en Ucrania bajo los auspicios de la ONU con Estados Unidos, países europeos…». Su intención es clara: formar un gobierno que sea aceptado por el pueblo ucraniano y que pueda ser reconocido internacionalmente. Sin embargo, él mismo advierte que esta es solo una opción entre muchas.
La búsqueda de soluciones pacíficas
A lo largo de su declaración, Putin aseguró estar a favor de resolver los conflictos mediante el diálogo. Pero ojo, también dejó claro que la seguridad de Rusia es prioridad. En sus palabras resuena un eco del pasado: quiere garantías a largo plazo para su país.
No obstante, hay un obstáculo significativo. Las elecciones en Ucrania deberían haberse celebrado hace casi un año. Con Volodimir Zelenski aún en el poder más allá del final de su mandato -algo que él mismo reconoce- las posibilidades parecen restringidas debido a la ley marcial vigente desde el inicio del conflicto el 24 de febrero de 2022.
Así las cosas, Putin ha expresado su disposición para colaborar con cualquier socio dispuesto a negociar, incluso mencionó a Corea del Norte como posible aliado en esta búsqueda por una solución pacífica. Pero ¿será suficiente esta propuesta para lograr algo concreto? Solo el tiempo lo dirá.