MADRID, 23 Feb. (EDIZIONES) – Este domingo, Alemania celebró unas elecciones legislativas que han cambiado el panorama político de manera sorprendente. Las primeras proyecciones de voto revelan que el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha alcanzado un impresionante 20,5%, su mejor resultado histórico. Pero no todo está perdido para los partidos tradicionales, ya que la Unión Democristiana (CDU), encabezada por Friedrich Merz, sigue en la cima con un 28,5%.
A pesar de la victoria de la CDU/CSU, el ascenso del AfD es una señal clara de que algo está cambiando en el electorado alemán. Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por Olaf Scholz, ha caído estrepitosamente hasta un 16,5%, perdiendo nada menos que 9 puntos desde las elecciones de 2021. Scholz no ha tenido más remedio que reconocer su derrota y felicitar a Merz, quien probablemente asumirá las riendas del próximo gobierno.
Pérdidas y ganancias en un tablero cambiante
Los Verdes también se han visto afectados por este cambio de vientos; su participación en el gobierno les ha pasado factura y ahora se encuentran en un modesto 11,9%. Mientras tanto, Die Linke mejora ligeramente su posición con un 8,7%, asegurando así su lugar en el Parlamento. La nueva Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) consigue colarse justo por encima del umbral mínimo con un 5%.
No todo son malas noticias para los liberales demócratas (FDP), pero sus resultados son decepcionantes: se desploman al 4,5%% y quedan fuera del Parlamento. Con estos resultados sobre la mesa, la CDU/CSU tomaría el liderazgo con 197 escaños frente a los 141 del AfD y los 114 del SPD.
Aún más sorprendente es la participación histórica de votantes: ¡un asombroso 84%%! Esto demuestra que los alemanes están comprometidos y listos para hacer oír su voz. El nuevo Bundestag contará con un total de 630 escaños y parece que Alemania se encuentra ante tiempos inciertos pero apasionantes.