Este sábado nos dejó el querido actor Celso Bugallo, a los 78 años, y su partida ha dejado un vacío en el corazón de muchos. Nacido en Vilalonga (Sanxenxo) en 1947, habría cumplido 79 años el próximo 1 de enero. En un emotivo acto íntimo celebrado este domingo en Pontevedra, familiares y amigos le dieron el último adiós.
La trayectoria de Bugallo es digna de admiración. Aunque comenzó su andadura teatral desde muy joven, no fue hasta los 52 años que debutó en el cine bajo la dirección de José Luis Cuerda, en ‘La lengua de las mariposas’. A partir de ahí, se consolidó como uno de los secundarios más talentosos del panorama nacional con películas inolvidables como ‘Los lunes al sol’ o ‘La vida que te espera’. Pero sin duda, su papel más recordado será el del hermano de Ramón Sampedro en ‘Mar adentro’, una actuación que le valió un Premio Goya y varios reconocimientos.
Un legado inolvidable
Creció en Logroño después de que su familia emigrara buscando mejores oportunidades tras la dura etapa del franquismo. Su vida estuvo marcada por la lucha y la superación. Desde pequeño trabajó en todo tipo de empleos para ayudar a su familia. Sin embargo, nunca dejó de lado su amor por la actuación; fundó compañías teatrales y se dedicó a enseñar a nuevas generaciones con pasión.
A lo largo de su carrera participó también en series icónicas como ‘Mareas vivas’ o ‘Fariña’, convirtiéndose así en un rostro familiar para todos nosotros. Su presencia era siempre cálida, siempre dejaba una huella imborrable. Ya sea interpretando papeles menores o protagónicos, Celso tenía ese don especial que hacía que cada personaje cobrara vida.
A pesar del tiempo alejado del escenario, su muerte ha calado hondo entre sus compatriotas y colegas. El alcalde Miguel Fernández Lores expresó lo que muchos sentimos: «foise un dos rostros máis míticos e queridos da nosa cidade». Con sus palabras se despide no solo un gran actor, sino también una persona entrañable cuya memoria permanecerá viva entre nosotros.

