La magia de la Navidad vuelve a brillar en el renovado jardín de la Misericòrdia. Este pasado fin de semana, un centenar de personas se reunieron para disfrutar del tradicional Belén viviente, una experiencia que nos transporta a los oficios típicos de Mallorca y que, sin duda, calienta nuestros corazones.
Una tradición que resuena en la comunidad
La inauguración fue todo un éxito, y es que no hay nada como ver a los pequeños y grandes reencontrarse con esta costumbre tan arraigada. La alegría se respiraba en el ambiente mientras las familias paseaban entre los rincones del jardín, admirando cada escena con una sonrisa. Este Belén viviente no solo ofrece un espectáculo visual; también es una forma de preservar nuestra cultura y tradiciones. Y lo mejor es que estará abierto hasta después de las fiestas, así que aún tenemos tiempo para disfrutarlo.
A veces parece que nos olvidamos de lo importante: conectar con nuestras raíces y celebrar juntos. Este tipo de iniciativas son las que realmente hacen comunidad, recordándonos el valor de compartir momentos especiales. Así que ya sabes, si quieres sentirte parte de algo mágico estas Navidades, no te pierdas este Belén viviente en la Misericòrdia.

