Cientos de seguidores se congregaron este domingo en el Palacio de Congresos de Plasencia, esperando con ansias la apertura de puertas para rendir homenaje a Robe Iniesta, quien nos dejó el pasado miércoles. Algunos habían llegado incluso la noche anterior, mostrando el profundo cariño que muchos sienten por el músico y poeta. Entre ellos estaba Jesús, que viajó desde Guadalajara y confesó: «He estado siguiéndole toda mi vida. Él es el mejor literato, el mejor músico; se merece este tributo y mucho más».
Una jornada llena de emociones
Iván, otro fan que llegó desde Béjar a primera hora, también esperaba impaciente entrar al recinto: «Estamos curiosos por ver cómo será este último adiós», dijo mientras compartía su admiración por Robe, al que considera casi divino. Y no era solo él; muchos otros expresaban lo mismo. Plácido, un vecino de la ciudad, comentó sobre lo significativo que era para todos estar allí: «Hoy estamos aquí para dar un pequeño homenaje a una gran persona».
Abel añadió una nota reflexiva sobre la tristeza del día: «Plasencia despide a alguien que ha llevado su nombre a rincones lejanos». Y Ana, desde Las Hurdes, trajo flores amarillas para recordar el característico cabello del artista. La música de Robe no fue solo entretenimiento; para Silvia fue parte esencial de su recuperación tras momentos difíciles: «Después de un largo duelo, su concierto en Valladolid fue nuestra recompensa».
La jornada arrancó puntualmente a las 10:00 horas y se prolongará hasta las 22:00 horas, en un ambiente donde la emoción y los recuerdos fluyen entre risas y lágrimas. Sin duda alguna, Robe Iniesta dejó una huella profunda en quienes tuvieron el privilegio de seguir su carrera.

