El apasionante viaje para reunir en un catálogo todas las obras de Joaquín Sorolla, uno de los grandes maestros de la pintura española, ha llegado a una etapa crucial gracias a su bisnieta, Blanca Pons-Sorolla. Esta mujer, que se ha convertido en la máxima experta en el legado artístico de su antepasado, ha dedicado más de cuatro décadas a investigar y documentar las más de 4.200 obras que pintó Sorolla durante su vida. Este miércoles, en el Museo del Prado, se presentó el primer volumen de un proyecto monumental que promete ser un referente.
Un trabajo titánico y lleno de emoción
Pensar en catalogar todo lo que creó Sorolla es como escalar una montaña. Su arte está repartido por museos y colecciones privadas alrededor del mundo, y muchas piezas nunca habían sido vistas hasta ahora. Blanca comenzó este reto en 1980 junto a su padre Francisco, nieto del artista, y desde entonces no ha dejado de trabajar con dedicación y amor por esta tarea. Durante la presentación del libro, Javier Barón del Prado reconoció la “autoridad científica indiscutible” que tiene Pons-Sorolla sobre este tema.
Pero no solo fue un esfuerzo académico; también hubo mucho corazón detrás. “Mi abuela María y mi padre me enseñaron a amar la pintura”, compartía emocionada Blanca mientras recordaba cómo creció rodeada por el arte familiar. Este primer volumen abarca desde los años formativos de Sorolla entre 1876 y 1894, una etapa menos conocida pero fundamental para entender al artista que después revolucionaría el mundo del arte.
A lo largo del tiempo, muchos trabajos quedaron olvidados o sin catalogar; sin embargo, aquí surgen obras inéditas que han resurgido gracias al empeño incansable de Blanca. La investigación fue minuciosa: incluso algunas piezas tuvieron que añadirse al libro ya cuando estaba casi terminado. Todo esto revela lo mucho que aún queda por descubrir sobre Sorolla.
A pesar de las dificultades encontradas durante estos años -entre ellas la pandemia-, el arte siempre encontró maneras para sanar y unirnos. A medida que van saliendo los volúmenes restantes en los próximos años, queda claro que el legado de Joaquín Sorolla sigue muy vivo gracias al tesón de su familia y a nuestra conexión con su obra.

