La guerra por el título del recinto cubierto más grande de España está servida. Madrid, bajo el liderazgo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, ha lanzado un plan para ampliar el aforo del Movistar Arena, buscando superar al Roig Arena de València por solo ocho localidades. A partir de ahora, el Movistar Arena podría acoger hasta 20.008 personas, frente a las 20.000 que ofrece su competidor en la costa levantina.
Un duelo musical que despierta pasiones
Con esta ampliación, Ayuso no solo busca hacer ruido en el ámbito cultural, sino también dar un empujón a eventos deportivos como el Eurobasket 2029 y atraer partidos de la NBA. Sin embargo, hay que recordar que, a pesar del aumento en capacidad para baloncesto —de 13.000 a 15.000 espectadores—, aún estará por detrás del Roig Arena en este aspecto.
Parece que Madrid siente una presión considerable tras la inauguración del Roig Arena en septiembre pasado, un espacio diseñado específicamente para conciertos y espectáculos musicales. Desde su apertura, ya han programado más de 70 eventos corporativos y musicales, además de casi 60 partidos del Valencia Basket; cifras que asustan y motivan al Gobierno madrileño.
Cabe destacar que Licampa 1617, encargada del Roig Arena, estima un impacto económico superior a los 150 millones de euros en su primer año gracias a visitantes atraídos por música y entretenimiento. En comparación, Ayuso menciona con orgullo los 577 millones de euros generados por el Movistar Arena en 2024; sin embargo, ¿será suficiente?
A medida que avanza este tira y afloja entre Madrid y València, lo cierto es que ambos recintos están poniendo sobre la mesa lo mejor de sí mismos para atraer tanto al público como a los artistas. La competencia nunca fue tan emocionante.

