En el corazón del Arenal, un lugar que solía ser el alma de los cowboys y las canteras, se entrelazan recuerdos que nos transportan a un pasado vibrante. Durante el apogeo turístico, esta zona fue clave para el Ministerio de Fomento y Turismo, marcando el inicio de lo que hoy conocemos como Playa de Palma. ¡Un auténtico paraíso a solo diez minutos del aeropuerto! En esos tiempos dorados, florecieron hoteles con nombres evocadores que hacían guiños a tierras lejanas: Hotel Acapulco, Hotel Amazonas, Hotel Caribe… y por supuesto, el emblemático Hotel San Francisco, pionero en la cadena Riu desde 1953.
Historias del Pasado
Aquella costa no siempre fue un destino turístico. Antes de los hoteles y las multitudes, era conocida como la cantera de Palma, donde se extraía piedra marès para construir la ciudad. Cuentan que cuando alguien iba a hacer negocios allí, le decían: «¡Vas a hacer las Américas!». Y es que había un tren que transportaba materiales hasta quedaban vestigios de sus vías en algunos rincones.
Paseando por la playa hacia el interior, uno puede descubrir dunas naturales y pinares donde todavía resuenan ecos del pasado. Recuerdos como los de Pau de Bonança, vecino ilustre y dueño del legendario Rancho Bonanza. Él recuerda cómo se le llamaba al lugar Los Estados Unidos de Mallorca; hasta hubo quien llegó preguntando por ello con incredulidad ante lo que veía.
A medida que proliferaron los ranchos como El Picadero o El Colorado, el Arenal se transformó en una tierra llena de caballos y vida. Pau supo ver una oportunidad cuando una turista alemana pidió montar; así empezó su aventura ganadera con 60 caballos al servicio del turismo. Pero no todo fue fácil; en los años 70 llegó el trenecito turístico y todo comenzó a cambiar.
Miquela Sagrera también lleva historias grabadas en su memoria sobre aquellos días duros en las canteras. Desde pequeña iba con su madre trabajando bajo el sol ardiente mientras otras niñas jugaban. Ella vivió esa transición cuando empezaron a abrirse hoteles y tuvo la oportunidad de dejar atrás aquella vida dura para convertirse en camarera.
Cada rincón tiene su historia, cada hotel ha sido parte fundamental en este viaje llamado Arenal. Desde la familia Riu hasta aquellos primeros turistas que encontraron más que un simple lugar donde dormir; crearon conexiones humanas imborrables.

