El pasado 24 de noviembre, Javier Cercas se convirtió en el flamante Català de l’Any 2025, un título que recibió con una alegría contagiosa. En una gala llena de emoción, donde las letras y los recuerdos se entrelazaron, el autor celebró este reconocimiento junto a Montserrat Fontané, quien también fue homenajeada esa noche. Mientras charlaba con Álex Sàlmon, Cercas reflexionó sobre su trayectoria y la peculiaridad de su obra: «Los libros convencionales no pueden ser buenos», afirmó con convicción.
Un viaje por sus recuerdos y su visión del periodismo
Aquella noche en Barcelona no solo fue un momento para celebrar; fue una oportunidad para mirar hacia atrás. Cercas evocó su llegada a Cataluña en 1966, recordando cómo su padre le habló maravillas de esta tierra. El escritor se mostró agradecido por el galardón y expresó: «No sé cómo habéis pensado en mí; estoy muy contento». Su conexión con Girona es profunda; reconoce que ha sido un cliente habitual de los restaurantes locales como Can Roca.
Aprovechando la ocasión, también lanzó una crítica al papel del periodismo en nuestra sociedad actual. Según él, «el periodismo explica una batalla mientras pasa; los escritores llegamos cuando se pueden contar las bajas». Es cierto que vivir momentos caóticos es complicado; ahí es donde entran los periodistas a descifrar lo incomprensible. «Es más necesario que nunca», subrayó mientras compartía anécdotas sobre su vida y obra.
Javier Cercas sigue desafiando las normas literarias con novelas que son todo menos convencionales. Sus obras nos invitan a explorar realidades complejas y profundas reflexiones sobre temas existenciales y sociales. En definitiva, el autor está decidido a seguir creando libros raros que nos hagan cuestionar lo establecido.

