Imagina la vibrante Palma, con su arquitectura que respira historia, y la tranquila belleza de Deià, donde el sol acaricia cada rincón. Ahí, entre estas dos joyas mallorquinas, nace una colaboración única entre el diseñador británico Matthew Williamson y el dúo sueco Dusty Deco. Todo empezó con un mensaje que Edin Kjellvertz envió a Matthew, quien no pudo contener su alegría: «Estaba feliz como un niño». Su admiración por la sensibilidad artística de Dusty Deco fue instantánea.
Williamson recuerda con cariño ese primer contacto: «Me encanta su marca y sus productos. Trabajar con ellos fue un auténtico placer». Lo que comenzó como una simple colaboración se transformó rápidamente en una conexión profunda basada en el respeto mutuo y la admiración. En palabras del propio Matthew: «Compartimos un amor por el arte, la moda, la música y los interiores», lo cual les permitió unir fuerzas para crear algo realmente especial.
Una colección que respira Mallorca
Bajo el sol de Mallorca, Williamson ha dejado que la luz y los paisajes moldeen cada pieza de esta colección. La interacción entre el minimalismo arquitectónico de Dusty Deco y la exuberancia del color característico de Williamson da lugar a una energía única, tan mallorquina como atemporal. «A lo largo del proceso nos hicimos amigos», confiesa Matthew mientras destaca cómo ambos mundos se han entrelazado.
El equilibrio es clave en este proyecto; los tonos más apagados de Dusty Deco se mezclan con los vibrantes colores de Williamson creando una conversación dinámica que atrapa al espectador. «Era vital encontrar ese justo medio», añade él, refiriéndose al reto de trabajar con colores e impresiones sin caer ni en lo sutil ni en lo abrumador.
Tanto para Matthew como para Edin y Lina Kjellvertz, quienes representan a Dusty Deco, hay un compromiso claro hacia la sostenibilidad. Consciente del impacto del ‘fast fashion’, Lina comenta: «Una pieza de Dusty Deco está diseñada para durar años», recordando cómo sueñan que sus creaciones sean heredadas o incluso vendidas en subastas futuras.
A medida que avanza esta colaboración tan auténtica, podemos imaginar los muebles diseñados por Williamson dentro del showroom palmesano: elegantes pero acogedores; siempre pensando en cómo encajarán esos objetos únicos en los hogares mallorquines. Desde su estudio en Deià, Matthew habla sobre cómo vivir aquí ha transformado su visión creativa hacia un enfoque más rústico pero igualmente encantador.
Esa imperfección bella conecta profundamente con las raíces escandinavas de Dusty Deco. Mientras conversan sobre sus planes futuros —que incluyen lanzar nuevos textiles— todos coinciden en que este proyecto ha sido mucho más que diseño; ha sido una celebración de amistades genuinas y pasiones compartidas.

