Cayetana Guillén Cuervo, la actriz y periodista madrileña, ha aterrizado en Tenerife con una energía contagiosa para celebrar el 20º aniversario de La Tijera Festival de Cortos La Orotava. Este evento no es solo una gala, sino un verdadero homenaje a la creatividad y al talento emergente. Ella será la encargada de entregar el premio al corto ganador en una ceremonia programada para el sábado 8 de noviembre en los Cines Yelmo La Villa.
Con una sonrisa franca, Cayetana se muestra entusiasta sobre estos proyectos: “Son herramientas fantásticas que aportan cosas buenas a la sociedad y nos enriquecen como seres humanos”. Su papel como presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España le permite hacer un llamado apasionado al público: “¡Acerquémonos a las salas! Ver cine en pantalla grande es donde realmente se vive la experiencia.”
Reflexiones sobre su carrera y el cortometraje
Al preguntarle cómo recibió la noticia de ser nombrada madrina del festival, su respuesta resuena con autenticidad: “Es una gran satisfacción. Significa que mi trabajo y activismo son reconocidos. Me alegra ser vista como alguien que aporta cosas positivas al sector”. Con un amplio bagaje en cortometrajes, recuerda sus colaboraciones con directores como Icíar Bollaín e Irene Zoe Alameda. “El Concurso Iberoamericano de Cortometrajes fue clave para dar visibilidad a nuevas generaciones”, comenta.
Pero ¿cuál es realmente la importancia del cortometraje? Para Cayetana, es más que un simple trampolín; lo considera un género por derecho propio. “Un cortometraje tiene su propia línea dramática y debe ser respetado”, asegura con convicción.
A medida que avanza nuestra charla, ella comparte cómo equilibra su multifacética carrera. Aunque disfruta de cada rol, actualmente está enfocada en su labor como productora ejecutiva después de finalizar su obra Pandataria. “Cada proyecto me nutre; cada personaje es un regalo”, añade emocionada.
Sobre los retos actuales de la Academia, reconoce que siempre hay trabajo por hacer. “Hay tantas disciplinas dentro del arte escénico que escuchar a todos es esencial”, enfatiza. Su compromiso va más allá del escenario; busca dignificar el papel femenino en el cine, especialmente para mujeres mayores de 50 años.
“Estamos avanzando hacia una mirada femenina brutal en el cine”, dice con esperanza mientras mira hacia el futuro. Asegura que más cortometrajes dirigidos por mujeres están compitiendo este año en La Orotava; algo sin duda positivo.
Finalmente, cuando se le pregunta sobre posibles futuros proyectos en Canarias –tierra rica en historias– responde: “Canarias merece ser visitada y celebrada por todo lo que aporta al mundo del cine”. Así concluye nuestra conversación con esta talentosa mujer cuya pasión por el arte sigue brillando intensamente.

