David Hermoso, un mallorquín que ha decidido cruzar fronteras, vive desde hace casi cinco años en Osnabrück, Alemania. Su aventura comenzó gracias a una oportunidad laboral de su esposa, quien se trasladó inicialmente con un programa para profesores. David no tardó en seguirla y juntos han hecho de esta ciudad su hogar.
Él trabaja en el sector tecnológico para una empresa que tiene oficinas tanto en Palma como en Alemania. Con una rutina flexible que le permite teletrabajar gran parte del tiempo, David se adapta al ritmo cambiante de las estaciones: mientras que los fríos meses invernales lo invitan a quedarse en casa, el verano lo impulsa a aprovechar cada rayo de sol.
La Comedia como Refugio
Aunque su día a día está lleno de códigos y tecnología, David ha encontrado un refugio creativo inesperado: la comedia. Inspirado por un amigo de Madrid, se lanzó a explorar este mundo y comenzó a actuar en micrófonos abiertos tanto en alemán como en inglés. Lo curioso es que cuando se presenta como mallorquín, las reacciones del público son siempre explosivas; entre risas y preguntas sobre cómo alguien de una isla tan idílica termina allí. “¡A ellos les encanta!”, comenta con una sonrisa.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. A medida que David ha ido actuando más allá de nuestras fronteras ha notado diferencias culturales significativas. En España, el público suele ser más comprensivo y ríe incluso si el chiste no sale redondo; mientras que los alemanes son más reservados y requieren un poco más para dejarse llevar por la risa espontánea.
A pesar del choque cultural inicial, David asegura que adaptarse no ha sido difícil. Agradece la apertura con la que los alemanes reciben a los inmigrantes; aunque también confiesa ciertas sorpresas sobre el sistema sanitario o costumbres locales como no usar zapatos dentro de casa o el respeto absoluto hacia los ciclistas.
Aún así, hay cosas que echa mucho de menos: “La comida aquí es diferente; las frutas y verduras son mucho mejores en Mallorca”, dice nostálgico. Junto a su mujer consideran regresar algún día a su tierra natal, aunque saben que todavía tendrán unos años más por delante en Alemania.