En el corazón de la 82ª edición de la Mostra de Venecia, se palpita una pregunta que muchos se hacen: ¿podrá La voz de Hind, dirigida por la tunecina Kaouther Ben Hania, alzarse con el codiciado León de Oro? El photocall del 3 de septiembre estuvo lleno de rostros conocidos como Amer Hlehel, Clara Khoury y Saja Kilani, pero sin duda, el verdadero protagonista fue el filme que ha generado tanto debate.
Un relato impactante que no deja indiferente
Apenas quedan horas para que se anuncien los ganadores y, si bien ha habido algunas películas que han dejado mucho que desear, hay un consenso entre críticos: La voz de Hind es la gran favorita. Esta película oscila entre el documental y la ficción para narrar un hecho trágico: el asesinato de una niña palestina a manos del ejército israelí en enero de 2024. No es solo su estética lo que impresiona; es su capacidad para tocar fibras profundas en nuestro ser.
No obstante, este festival también nos trae sorpresas amargas. Títulos como No Other Voice, A pie de obra y The Testament of Ann Lee tienen posibilidades, pero a veces parece que las obras no deberían haber llegado hasta aquí. Por otro lado, Ildikó Enyedi vuelve a poner sobre la mesa un trabajo titulado Silent Friend. Aunque ella haya estado alejada del cine durante años, esta película parece más un ejercicio egoísta en lugar de un aporte significativo al arte cinematográfico.
Con historias que se entrelazan en torno a una universidad alemana y temas tan variados como experimentos neurológicos o conexiones con plantas, uno no puede evitar preguntarse: ¿realmente necesitamos dos horas y media para esto? La sensación es casi como ver cómo crece una planta; es tedioso e interminable.
Mientras tanto, otras películas aspirantes al León parecen estar allí solo por capricho. La china The Sun Rises On Us All, aunque llena de tragedias humanas desbordantes (desde enfermedades terminales hasta violaciones), carece completamente del brillo necesario para destacar. Y ni hablar de Una película hecha para bien, donde Franco Maresco parece atrapado en su propio narcisismo mientras revisita su carrera con tono autocomplaciente.
Al final del día, lo que esperamos todos es algo auténtico; una historia que nos conmueva y nos haga reflexionar. Esperemos que las decisiones del jurado reflejen esa necesidad colectiva por conectar con algo verdaderamente significativo.