Desde muy pequeña, Malu Salgado supo que su destino estaba sobre un escenario. Con una sonrisa que refleja su pasión, esta joven artista, hija del exfutbolista Míchel Salgado, comparte cómo sus padres lo intuyeron mucho antes que ella. «Me decían que estaba destinada a cantar», cuenta entre risas. Y es que Malu tiene anécdotas entrañables de su infancia, como esos videos donde se la ve usando un mando a distancia como micrófono mientras baila con alegría.
Un camino lleno de música
Después de dos años trabajando duro en su carrera, el sueño de Malu se hizo realidad el pasado noviembre con el lanzamiento de su primer sencillo, Nirvana. Desde entonces, no ha parado. En total ya son cinco los temas que ha lanzado, siendo Chuli Chuli su última joya musical. Esta canción está pensada para disfrutar y bailar sin preocupaciones durante esas noches de fiesta en las que todo fluye. Es un himno al buen rollo y la conexión espontánea.
La grabación de este tema tuvo lugar en uno de los estudios más icónicos del mundo: Mr. 305 Studios en Miami, donde han estado leyendas como Michael Jackson o Madonna. Malu admite sentirse abrumada al pensar que pisó el mismo suelo que estas grandes estrellas: «Fue un honor y una oportunidad inolvidable», expresa con emoción.
A pesar del éxito que ha cosechado hasta ahora, no todo ha sido fácil para ella. La crítica siempre acecha, especialmente por ser la hija de alguien conocido. Sin embargo, Malu lleva sus apellidos con orgullo y defiende su derecho a ser escuchada sin prejuicios: «No entiendo por qué se critica a personas solo por ser hijos de… Deberíamos reflexionar sobre esto como sociedad».
Malu sigue adelante con nuevos proyectos y promete sorprendernos pronto con más música. Su historia es un recordatorio de que hay que luchar por nuestros sueños sin importar las adversidades.